El Poder de la Educación Social*


Recientemente, el editorial del periódico El Nuevo Día  publicó un artículo titulado "Sin empatía con el paciente mental¨, relacionado al estudio de ¨Morbidity and Mortality Weekly Report¨del CDC, el cual indica que en Puerto Rico hay una crasa falta de empatía hacia el paciente de salud mental. Esto es  lamentable en una isla donde aproximadamente más de 600,000 personas sufren de algún trastorno mental.
Mientras el artículo presenta un argumento muy cierto en cuanto a nuestra situación social en relación a la salud mental, no podemos desenfocarnos del problema que el mismo nos presenta: La existencia del estigma social que está ligado al trastorno mental.
Muchos hemos pecado de jocosamente decirnos “loco(a)” o decir estás “tostao” como si la disfunción psicológica fuese algo ligero. Sin embargo, pocos tomamos en consideración que hay personas que sí sufren de algún trastorno psicológico y que por miedo al estigma no acuden a recibir el tratamiento adecuado que tanto necesitan. 
Todavía circunda por nuestras mentes la idea de que la persona con trastornos mentales es a la que se le pone camisa de fuerza, va al manicomio y  habla sola sin sentido. Esta idea de que la persona con trastornos mentales tiene un impedimento irreversible es muy equivocada.
Los trastornos de salud mental son varios, pueden tener diferentes causas y varios grados y duración de su manifestación. Un trastorno mental no discrimina por raza, género, etnia, edad, trasfondo económico o nivel de educación. Bajo ninguna razón un trastorno mental es una licencia para menosprecio, falta de respeto o permiso de abuso al afectado por parte de la sociedad.
Por otro lado, dado al estigma existente, nuestra sociedad no ha podido desarrollar la empatía necesaria para poder manejar mejor los casos de trastorno mental que tenemos al momento. Contrario a otras dinámicas sociales, en Puerto Rico una persona con una depresión severa, por ejemplo, normalmente no tiende a decir “No me siento bien emocionalmente, tengo que buscar ayuda profesional”. Usualmente se lo callan, lo disimulan y el resultado lo podemos ver en los periódicos cuando leemos sobre suicidio (en este ejemplo) u otros problemas como asesinatos, violencia de género, abuso infantil, y demás.
Una parte imperativa del proceso de progreso social es la educación. Si nuestra sociedad adquiere los conocimientos básicos de lo que son los trastornos mentales y sus tratamientos, le dará la importancia a brindarle apoyo a la persona afectada. Así podrían entender que, por ejemplo, ver a un profesional de la salud mental tiene resultados positivos tanto para quien recibe el tratamiento como para su familia y amigos.
 Como bien uno le explica a las personas: Si te sientes mal del corazón vas al cardiólogo. Si tienes un virus vas al médico. Pues la misma dinámica debe ser aplicada cuando nos sentimos emocionalmente desbalanceados.
Existen en Puerto Rico iniciativas para eliminar ese estigma y ayudar a nuestra población a entender, manejar y apoyar mejor a las personas con trastornos mentales. Es hora de aprender mas al respecto.  
Para mas información se pueden comunicar a: info@magisfoundation.org  o visitar:  www.MagisFoundation.org | Twitter | Facebook