Manejo de Depresión y Desarrollo de Resiliencia


Durante el mes de noviembre, hablamos sobre los síntomas de la depresión y cómo poder identificarlos. Este mes comenzamos nuestra campaña sobre manejo de depresión y desarrollo de resiliencia, con un “Twist” Navideño.

Socialmente, seguimos recibiendo un “feedback” negativo, con quejas, críticas y noticias negativas. Esto es todo lo que vemos en los medios, haciendo que nuestra frustración sea casi imposible de resolver. Sin embargo, debemos enfocarnos en la esperanza. La misma alimenta nuestra resiliencia, y nos ayuda a seguir hacia delante.

Según el Institute on Child Resilience and Family, la resiliencia es la habilidad para resurgir de la adversidad, adaptarse, recuperarse y acceder a una vida significativa y productiva. (1994)  Ésta no se considera un rasgo de la personalidad de un individuo, sino un proceso por el cual la persona la va desarrollando a su tiempo. La misma le da la fuerza psicológica a la persona para que maneje y se adapte a una situación difícil de forma positiva. Un ejemplo de esto es ver a una persona que pasa por una crisis pero no pierde la esperanza de que todo mejorará en su momento.

Durante la época navideña un número significativo de personas sufren de depresión, desde mínima hasta severa.  La ansiedad y estrés aumentan dado a la alta actividad y demanda familiar, económica y laboral que se da durante este tiempo. En los últimos años, se ha notado un alza en los casos de depresión en relación a la crisis económica del país[i]. En otros casos, aquellas personas que hayan sufrido una pérdida o crisis familiar (muerte, divorcio) pueden desarrollar una depresión provocada por la alta frecuencia de tiempo familiar durante esta época. También hay casos donde las personas se deprimen al sentirse solas durante la Navidad.

El manejo apropiado de esta depresión es la clave del éxito. Parte de ese manejo se enfoca en desarrollar la resiliencia necesaria para seguir hacia delante.

Existe una serie de factores que promueven el desarrollo de la resiliencia[ii]

§  La habilidad de acoplarse efectivamente al estrés de forma saludable.
§  La habilidad para resolver problemas.
§  Buscar ayuda profesional.
§  Creer firmemente que se puede hacer algo para manejar las emociones y acoplarse. 
§  Tener apoyo externo (social, familiar).
§  Mantenerse en contacto con familiares y/o amigos.
§  Hablar sobre la crisis o situación difícil con su sistema de apoyo (familia/ amigos).
§  Espiritualidad.
§  Ayudar a otros.
§  Encontrar un significado positivo en el trauma.

La meditación y prácticas espirituales ayudan a muchas personas a construir conexiones especiales y restaurar la esperanza[iii].  Dado a que estamos en la época navideña, colaboramos con varios líderes espirituales quienes participan activamente en el proceso de apoyo y desarrollo de esperanza de su comunidad. Durante momentos difíciles, cuando se ha perdido todo, desde lo material hasta la fe, lo que nos queda es la esperanza. La misma nos da fuerza para seguir. 


De esto nos comentan tres líderes espirituales:


El Padre Ricardo Gerena explica que en muchas ocasiones existe una gama de situaciones en la vida de las personas que hace que se alejen de Dios, e incluso pierdan su fe y espiritualidad, cuando existen dinámicas que disturban la paz interior y provocan la auto-tortura psicológica. En estos casos, explica, se le brinda la alternativa de la esperanza, la fe en sí mismo, la fuerza del amor y la esperanza. Hay cinco aspectos esenciales en la vida de cada ser humano en los cuales nos debemos enfocar: El amor, la justicia, el compromiso, la responsabilidad y el respeto. Estos son los fundamentos de la moral cristiana. Entre los pilares del cristianismo, una de sus grandezas es restaurarse en todos los aspectos. Reinventarse, reponerse y rehabilitarse son términos que tocan la virtud del cristianismo y la dignidad humana. El mayor obstáculo de un ser humano es el miedo. Nadie es perfecto, todos caemos; entonces debemos perder ese miedo y levantarnos con dignidad. Recordemos que Dios es la experiencia humana más destacada en nuestra sociedad y se basa en un concepto profundo del amor. Este amor externo e interno es la fuerza que nos energiza siempre, hasta en momentos de fragilidad emocional y espiritual. No podemos perder la fe en el amor de Dios ni la fe nosotros mismos y en nuestra capacidad de superar tiempos difíciles.

El pastor Osvaldo del Brey, expresa que debemos recordar durante la Navidad que el elemento más crucial es Jesús, quien rescata la dignidad humana. Todos somos importantes en los ojos de Dios. En momentos difíciles sentimos tristeza, pero el darnos por vencidos (y hasta considerar la muerte) no es una solución a la crisis ni una alternativa. Debemos caer en la esperanza y volver a la fe genuina mediante nuestra relación con Dios por medio de Cristo. De ahí nace la esperanza, ya que todo es pasajero y debemos ir construyendo el camino a la solución. Debemos deshacernos de la fe tóxica, de malinterpretaciones litúrgicas. Reformar nuestro concepto del Dios malhumorado que nos castiga y abrirnos al concepto de Dios como padre que nos ama, tal y como Él se auto-revela en la Biblia (Jn, 14). La fe tóxica nos enferma; nos drena emocionalmente. Recordemos la compasión de Jesús para con los menos afortunados, los marginados y los enfermos tal y como Él restauró la dignidad de estas personas con su amor y compasión.

Según el Pastor/Dr. Lionel Ramírez, las personas durante la Navidad deben enfocarse un comienzo nuevo para el nuevo año. Deben creer, en mente y corazón, que la crisis es una oportunidad para el cambio y resolución de problemas. Es un momento de bendiciones futuras, que se logra cuando las personas tienen fe en Dios. La Navidad, entonces, es una buena oportunidad para progresar ya que se tiene la seguridad en Dios como guía.

Si no es religioso/espiritual, aproveche esta época para buscar paz (interior y exterior). El alto nivel de actividad de la misma puede traer mucha ansiedad a personas que padecen de depresión. Es bueno que tome su tiempo y espacio para relajarse. Trate de mantenerse alejado de las cosas (y/o personas) que no aportan a su vida de forma positiva, especialmente la cadena de pensamientos negativos. Un pensamiento negativo lleva a otros, y culmina en agudizar la tristeza, frustración o coraje.  Siempre hay otro día, y qué mejor motivo para continuar una vida positiva que éste.  No pierda la fe en sí mismo ni la valentía para seguir adelante

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[i] Bernstein, Elizabeth (2008) Angst Is Rising, but Many Must Forgo Therapy The Wall Street Journal. Retrieved 12-1-2010. http://online.wsj.com/article_email/SB122333797880409755-lMyQjAxMDI4MjAzNzMwMzc3Wj.html

[ii] Agaibi, C.E., & Wilson, J.P. (2005). Trauma, PTSD, and resilience: A review of the literature. Trauma, Violence, and Abuse, 6, 195-216.

[iii] APA - Ten Ways to Build Resilience". Apahelpcenter.org. Retrieved 11-1-2010.




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*La autora, quien es psicoterapeuta de niños, adolescentes y familia, es la fundadora y presidente de The Magis Foundation.  Cursó sus estudios graduados en Loyola University New Orleans y trabajó en New Orleans, Louisiana con sobrevivientes del huracán Katrina. Entrenó en dinámica de familia, desarrollo humano, Play Therapy ®, duelo,  resiliencia y manejo de crisis entre otros.   Ella cuenta con varios años de experiencia trabajando con entidades comunitarias enfocadas en el desarrollo social, apoyo familiar, apoyo a niños y adolescentes y crecimiento personal.