Las Caras del Autismo: Perspectiva de una Madre


Por: Rebecca Maria A. Rivera*
La palabra "autismo" ha salido cada día más en la prensa y en los medios, dando la impresión que es un fenómeno recién descubierto en la isla. Para los cientos de padres y madres de hij@s autistas, la atención de los medios sirve de frustración como también de esperanza. 
Son muchos los que no entienden lo que es el autismo, pero para aquellos que lo viven, el diagnóstico es uno de gran impacto. Aunque ya estamos viendo tratamientos exitosos y mayor apoyo para estos niños, hemos notado que el apoyo disponible para padres, familiares y personas cercanas al niño autista siguen inaceptablemente limitados. 
Uno de los objetivos más importante de la alianza entre The Magis Foundation y Zona Desarrollo ha sido proveerle el apoyo necesario a tanto el niño (mediante terapias) como a su familia (mediante seminarios). El proceso que experimentan las familias, desde la sospecha hasta el diagnóstico oficial, es uno muy intenso y de gran reto. 

Algo muy importante que deben saber los padres y familiares es que no están solos.  Como parte de nuestro apoyo a padres, compartimos una entrevista a la autora  Vanessa Seijo, madre de un adolescente autista, quien comparte con nuestros lectores su experiencia de criar a un niño autista en Puerto Rico.


¿Cuando y cómo llegaste a descubrir que tu hijo tiene autismo? 

Mi hijo se desarrolló normalmente durante el primer año.  Empezó a hablar a los seis meses.  Durante ese año tuvo muchas infecciones del oído.  Cuando cumplió un año me di cuenta que dejó de hablar.  Todo lo que quería lo señalaba con el dedo.  Daba vueltas en círculos. Hacía filas de zapatos, de carritos.  No nos miraba a los ojos.  Si se sentía mal no sabía cómo decírnoslo.  Le molestaba que lo meciera.  Se dormía solo, no buscaba "ñoñete".  A los dos años y medio le dije al pediatra que el nene no hablaba.  Me dijo que le diera tiempo. A los 3 años y medio no aguanté más.  Mi vecina en ese momento trabajaba en las clínicas externas del Hospital Pediátrico en Centro Médico.  Ahí una batería de especialistas lo evaluó.  Al final de la última evaluación que fue con una trabajadora social especializada pude ver al chico con algo de distancia y me di cuenta que algo en definitiva estaba mal.  Luego el doctor nos explicó que el niño mostraba signos de autismo clásico.

¿Qué sentimientos tuviste al momento de enterarte? 

Mucha frustración.  Era mi primer hijo y uno espera que todo sea perfecto.  Aunque sabía que no era culpa de nadie esos pensamientos estuvieron ahí.  Hubo rabia y desespero y cuestionamientos. 

¿Cuál fue tu sistema de apoyo y cuál fue la mejor ayuda que recibiste? 

Desde el principio el doctor Valencia Prado y su equipo fue de gran ayuda a poner las cosas en perspectiva.  Mis padres y familiares nos apoyaron mucho.  Llevándolo a la escuela y a sus terapias.  Cuidándolo cuando fuera necesario.

¿Cómo ha sido el proceso de crianza de este hijo a través de los años? 

No ha sido fácil pero tampoco imposible.  Requiere mucha estructura y mucha disciplina.  Requiere el compromiso de saber que probablemente necesite guía el resto de su vida.  Ahora él está en salón regular en una escuela regular pero eso no se da de la noche a la mañana.  Hay que ser constante.  Buscar las ayudas necesarias.  Hasta pelear con el sistema educativo si es necesario.  Escuchar al niño.

¿Cómo se adaptaron tus otras hijas? 

Se podría decir que la chica del medio le enseñó a hablar.  Ella lo perseguía, le hablaba constantemente, lo obligaba a tener contacto diario con ella y a socializar con ella.  Lo sacó de su mundo.  Ellos se llevan muy bien.  La hermana del medio tiende a sobreprotegerlo y estar pendiente cuando hace cosas que no debe (como meterse cosas a la boca), la chiquita lo obliga a asumir su papel de hermano mayor y ayudarla.  Esa socialización entre hermanos le hizo mucho bien.

¿Qué retos enfrentaste al criar a un hijo autista en Puerto Rico?

El sistema educativo.  Hay mucha gente en puestos donde se toman decisiones que le hacen mucho daño a los niños y a sus padres.  Hay familias que han tenido que salir de Puerto Rico corriendo.  Hubo decisiones difíciles de cambios de escuela que nos costaron muchísimo en términos emocionales y económicos porque el sistema se negaba a aceptar que no tenían la ubicación apropiada en ese momento.    Pero de no haber tomado estas decisiones él no estaría donde está.

¿Algo que hayas aprendido que te hubiese gustado saber antes? 

Que cuando un pediatra le dice a una madre "dale tiempo" hay que pedirle el expediente del chico y salir corriendo de ese consultorio y buscar a un doctor que sí escuche a los padres.

¿Qué le dirías a padres de niños muy pequeños con autismo? 

Que no se rindan. Que las cosas se ponen más fáciles con el tiempo.  Que hay que tener fe.  Que no se pueden rendir.  Que se eduquen.  Que no permitan que funcionarios con ínfulas decidan el destino de sus hijos sin tomarlos en cuenta.  Que con el tiempo la vida gana su normalidad y ni se van a acordar que el muchacho tiene un diagnóstico.  Que no tienen un paciente, que tienen un hijo y que su primera y más importante misión es amarlo. ■

Colaboración especial entre The Magis Foundation y Zona DesarrolloPara más información se puede comunicar a: (787)-724-5559, (787)-644-9628 y (787)-410-5443. 

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*La autora, quien es terapista psicológica de niños, adolescentes y familia, es la fundadora y presidente de The Magis Foundation.  Cursó sus estudios graduados en Loyola University New Orleans y trabajó en New Orleans, Louisiana con sobrevivientes del huracán Katrina. Entrenó en dinámica de familia, desarrollo humano, Play Therapy ®, duelo,  resiliencia y manejo de crisis entre otros.   La autora cuenta con varios años de experiencia trabajando con entidades comunitarias enfocadas en el desarrollo social, apoyo familiar, apoyo a niños y adolescentes y crecimiento personal.